Augustobriga, salvada de las aguas

Templo de Augustobriga (Talavera la Vieja, Cáceres).

Como ocurre con muchos otros restos romanos desperdigados por las tierras de Hispania, llegar al templo de Augustobriga, en tierras cacereñas, no resulta tarea sencilla. La señalización brilla por su ausencia y solo el empeño personal y una buena documentación previa al viaje permite encontrar el lugar. Partiendo de Talavera de la Reina, hay que tomar la A-5 (Autovía de Extremadura) en dirección a Navalmoral de la Mata. Poco antes de llegar a esta localidad, hay que dejar la autovía por la salida 171, con la indicación Peraleda. Siguiendo la EX-118 en dirección a Bohonal de Ibor y justo al pasar el puente sobre el embalse de Valdecañas se encuentra el monumento, que ya será visible desde el propio puente. Hay un camino de tierra a la izquierda (no señalizado) que nos lleva hasta él.

Lo que nos encontramos en este lugar son los restos de dos templos que fueron trasladados aquí desde su emplazamiento original en Talavera La Vieja (la antigua Augustobriga, un municipio romano mencionado por el Itinerario Antonino y el Ravennate) antes de ser inundada esta localidad por las aguas del embalse en 1963. Por un lado, se levanta esbelto y esquemático el edificio conocido popularmente como Los Mármoles, llamado así porque, aunque está construido en granito, al parecer brillaba a lo lejos debido al estuco con trozos de vidrio que recubría las estrías de los fustes de las columnas. Sus dimensiones en planta son 17,1 m. de largo por 11,3 m. de ancho, realizado con grandes sillares. Conserva la fachada con seis columnas de orden corintio "fantaseado", cuatro en el frente y dos en los lados inmediatos, rematadas por una cornisa sobre la que descansa un arco central de medio punto, que guarda semejanzas con el Templo de Diana de Mérida (en algún lugar he leído incluso que el de Augustóbriga sirvió de modelo para la reconstrucción del emeritense). Las basas de las columnas son de dos toros, pero sin plinto, y los fustes estriados formados por siete sillares cilíndricos cada uno. Inicialmente se atribuyó al edificio una funcionalidad civil (curia), pero actualmente se tiende a considerarlo un templo. Se encontraba en el foro de la ciudad, de espaldas al Tajo, según documentan fotografías antiguas.




Arriba, el templo de Augustobriga. Abajo, el templo de Diana de Mérida.

Cerca de este templo, totalmente descontextualizadas y sin pizca de la monumentalidad que debieron ostentar en su día, se encuentran, colocadas como de cualquier modo, tres columnas procedentes del edificio conocido popularmente como La Cilla, debido a su utilización posterior como granero. Se trataba de otro templo del foro augustobrigense, de cuyo pórtico tetrástilo se conservan estas tres columnas incompletas. Están labradas en granito y lo que se mantiene de cada una son cuatro sillares, el inferior correspondiente a la basa y arranque del fuste, y de éste, en forma cilíndrica, los otros tres, con un diámetro central 0,80 m. Antes de la inundación por el embalse, se conservaba íntegro el basamento de sillería granítica, de planta rectangular, y parte de la escalinata, pero todo ello quedó sepultado bajo las aguas.


Las tres columnas del segundo templo.

El paraje desprende un gran encanto, especialmente si se visita en invierno o primavera, aunque más que como un emplazamiento arqueológico pareciera estar concebido como un merendero para turistas. El verdor de la vegetación que rodea a los restos monumentales concede al lugar un aire bucólico y romántico, de ruinas al borde mismo del agua del pantano. Desde un punto de vista histórico, en cambio, la presentación aparece totalmente perdida, sin paneles explicativos ni indicios arqueológicos que den sentido al monumento. Contemplándolos uno no puede sino echar de menos la localidad original donde un día estuvieron ubicados, hoy anegada por el embalse, donde habrán quedado también ocultos muchos otros vestigios valiosos de la antigua Augustobriga.

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Una de las columnas de La Cilla, con el puente sobre el embalse de Valdecañas al fondo.


Otra vista del edificio conocido como Los Mármoles.

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